Imágenes satelitales han revelado períodos de actividad desde 2014 en el rancho Izaguirre, ubicado en La Estanzuela, en el municipio mexicano de Teuchitlán, donde se cree que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) habría instalado un campo de entrenamiento y exterminio.
Las imágenes han sido recopiladas por el Centro de Investigaciones de Crímenes Atroces (CICA) y abarcan el período entre 2011 y 2025. En ese tiempo han aparecido diferentes construcciones a lo largo de los años.
El cambio más significativo se produjo a partir de 2023, cuando comenzaron a aparecer fosas. A partir de esa fecha, se nota la presencia de una nueva cavidad, después de que las autoridades mexicanas realizaran un primer cateo en ese terreno.
16/05/2023:
El terreno muestra cambios sustanciales. A partir de la mitad del terreno se observan, por lo menos, 19 figuras circulares con bordes irregulares de distintas tonalidades oscuras e inclusive partes negras (agujeros). pic.twitter.com/GQ7rhr5QGE
— Centro de Investigación de Crímenes Atroces (@CICANET_) March 14, 2025
En mayo de 2023, una de las imágenes muestra cómo aparecen al menos 19 figuras circulares con contornos irregulares en la parte posterior del predio, además de áreas de color negro, que podrían pertenecer a agujeros o excavaciones.
Posteriormente, una imagen de marzo de este año establece la existencia de al menos tres cavidades, que se corresponden con los tres hornos crematorios clandestinos que fueron reportados por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, un grupo mexicano dedicado a la búsqueda de personas desaparecidas, el pasado 5 de marzo.
El hallazgo sembró de indignación al país, después de que los primeros informes sobre la finca, de más de 10.000 metros cuadrados, revelaran la existencia de fosas clandestinas y restos óseos.
El predio había sido registrado por las autoridades el 20 de septiembre de 2024. En esa oportunidad, el operativo liderado por la Guardia Nacional localizó a dos personas privadas de libertas y detuvo a otras diez.
Hasta la fecha han sido hallados más de 500 indicios, principalmente prendas de vestir, complementos y restos óseos, de las actividades que se desarrollaron en ese terreno.
