Reconocidos expertos brasileños han difundido un comunicado de condena advirtiendo sobre un “genocidio en marcha” contra los pueblos indígenas no contactados.
La advertencia se produce a raíz del despido de Bruno Pereira, jefe del departamento gubernamental encargado de la protección de las tierras de los pueblos indígenas aislados.
Los expertos se muestran “extremadamente preocupados” porque Pereira ha sido despedido “sin motivos técnicos aparentes”, y su despido “representa un paso de retroceso en la política de proteger a los pueblos indígenas aislados”. Denuncian que el desmantelamiento provocará “el genocidio de los pueblos indígenas aislados y recientemente contactados”.
Entre los firmantes del comunicado hay coordinadores previos de la unidad de indígenas no contactados del departamento de asuntos indígenas del Gobierno (FUNAI), personas indígenas y “sertanistas” antiguos y actuales (trabajadores de campo que dirigen expediciones para monitorear los territorios de pueblos indígenas no contactados y mantener alejados a los invasores).
Piensan que el despido de Pereira es un preludio del desmantelamiento completo de la larga política gubernamental de proteger las tierras de los pueblos indígenas aislados para que puedan elegir cómo vivir; una política internacionalmente reconocida como la única forma de garantizar que las tribus no contactadas puedan sobrevivir y prosperar.
Brasil es el hogar de más pueblos indígenas no contactados que cualquier otro lugar de la Tierra. Las tribus no contactadas no mantienen contacto pacífico con la sociedad mayoritaria y dependen por completo de su tierra para sobrevivir.
El presidente Bolsonaro y sus ministros han puesto en marcha un agresivo ataque contra la población indígena de Brasil, y los pueblos indígenas no contactados están gravemente amenazados. Las invasiones de los territorios indígenas, incluidas las selvas de los yanomamis y los awás no contactados, se han disparado desde que Bolsonaro accedió al poder el 1 de enero de este año.
Junto a sus planes de abrir la selva amazónica a los agronegocios y la minería a gran escala, el presidente ha manifestado que quiere “integrar” a los pueblos indígenas no contactados en la sociedad mayoritaria. Contactar forzosamente a tribus aisladas y robar sus tierras podría exterminarlas.
El comunicado de los expertos coincide con la llegada de decenas de representantes indígenas al Vaticano, por invitación del Papa Francisco, para el comienzo del sínodo de tres semanas de duración que tratará su lucha por proteger sus tierras.
Survival International y sus simpatizantes en más de 100 países están luchando junto a los pueblos indígenas y los expertos brasileños para parar el genocidio de Brasil. Desde 1969, Survival ha liderado el movimiento global por la protección de los territorios de los pueblos indígenas no contactados.
Fiona Watson, directora de campañas de Survival International, declaró hoy:
“Durante décadas, Brasil ha liderado el camino en la protección de las tierras de los pueblos indígenas no contactados, reconociendo que son los pueblos más vulnerables del planeta. Pero el presidente Bolsonaro está intentando claramente desmantelar por completo este trabajo, y quiere abrir los territorios indígenas por todo Brasil a madereros, mineros y agroganaderos. No le importa cuántos indígenas mueran durante el proceso, y ha expresado abiertamente su desprecio racista hacia ellos en muchas ocasiones. Este es un momento crucial para el futuro de los pueblos indígenas no contactados y, por tanto, para toda la humanidad. O personas de todo el mundo actúan codo con codo con los pueblos indígenas que luchan por su propia supervivencia, o veremos cómo se perpetra un genocidio delante de nuestros ojos”.