Para Kevin S. le pareció ser un buen detalle, regalarle a la compañera que le tocó en el intercambio, un juego de lencería muy sexy y además muy sugerente.
Con lo que no contaba Kevin, era con que ella estaría abriendo el presente frente a todos los invitados, incluyendo a la esposa del afectado.
A pesar de los intentos de Kevin por hacer que su colaboradora no diera apertura al regalo, los gritos de los presentes que entonaban “Que lo abra! Que lo abra!” terminaron por hacer que el regalo fuera abierto y se descubriera un baby doll de encaje y una tanga de color rojo.
Los golpes y jalones de greñas no se hicieron esperar.
Varias personas tuvieron que intervenir para separar a la empleada del intercambio y a la esposa de Kevin, quien le gritaba insultos a la mujer mientras la jalaba del cabello.
Medios de prensa han recomendado tener bastante cuidado con lo que van a regalar en la posada a sus compañeros de trabajo no le vaya a pasar lo que al Kevin.