CIUDAD DE MÉXICO – Javier Corral Jurado, exgobernador de Chihuahua, fue declarado prófugo de la justicia desde la noche del miércoles, según afirmó el fiscal anticorrupción de Chihuahua, Abelardo Valenzuela Holguín. Esto ocurrió después de que Ulises Lara López, encargado de despacho de la Fiscalía de la CDMX, impidiera su detención.
En una conferencia de prensa, Valenzuela Holguín aseguró que continuarán intentando detener a Corral, quien está acusado de peculado, y que agotarán todas las instancias necesarias para llevarlo ante la justicia.
El fiscal agregó que actualmente están analizando la ruta jurídica y dialogando con la Fiscalía de la CDMX. Incluso mencionó que intentó comunicarse con Ulises Lara, aunque el vicefiscal anticorrupción de Chihuahua ya se encontraba en la Fiscalía capitalina.
Valenzuela expresó su esperanza de que la Fiscalía de la Ciudad de México emita un documento que oficialice la decisión de Ulises Lara de no colaborar con la Fiscalía de Chihuahua para capturar a Javier Duarte, lo cual espera que ocurra en un plazo no mayor a 72 horas.
El fiscal calificó de inusitado e inaudito que el encargado de despacho de la Fiscalía de la CDMX impidiera la ejecución de la orden de aprehensión, y señaló que este hecho constituye una obstrucción de la justicia.
“Nunca había visto algo tan inaudito, tan increíble como lo que vivimos hace unas horas en la Ciudad de México”, dijo Valenzuela Holguín. “Para nosotros, esto es una obstrucción de la justicia y Javier Corral es un prófugo”, insistió.
El funcionario de Chihuahua proporcionó más detalles sobre el intento de detención, asegurando que se emitió el documento que autorizaba a sus agentes a ejecutar la orden de aprehensión. Sin embargo, según Valenzuela, Ulises Lara decidió de manera verbal no colaborar y permitió que Corral quedara en libertad.
Valenzuela también denunció que, en el restaurante donde fue localizado Javier Corral, llegaron personas armadas con uniformes tácticos que no se identificaron. Lo que más les preocupó, dijo, no fueron los elementos con uniformes de la Policía Judicial Ministerial de la CDMX, sino aquellos con uniformes tácticos sin credenciales, lo cual consideró algo extremadamente delicado y sin precedentes. Añadió que eran más de 40 personas, superando en número a quienes vestían de manera oficial.