WASHINGTON – El gobierno federal de los Estados Unidos ha acusado formalmente a Angela Ruby Ponce, Oscar Axel Flores y Mario Alberto Tovar, los tres ciudadanos estadunidenses y residentes en Laredo, Texas, de ser proveedores de armas para el Cártel de Noroeste.
El fiscal Alamdar Hamdani hizo la denuncia del tráfico a los tres ciudadanos, después de una investigación en la que se concluye que al menos del 1 de enero de este año al pasado 2 de abril, éstos conspiraron para el trafico de armas a México destinadas al Cártel del Noroeste.
La acusación que fue dada a la magistrada federal de Laredo, Diana Song Quiroga, expone que los señalados deben presentarse este 2 de mayo en la Corte Federal para la primera audiencia de presentación de cargos, en la que se les leerán sus derechos y cargos en su contra.
El encausamiento señala que Ponce, Flores y Tovar, conspiraron para ejecutar compras múltiples de armas en Estados Unidos con el objetivo claro de llevarlas ilegalmente a México y ser entregadas a miembros del Cártel del Noroeste.
La acusación criminal expone que las tres personas han sido detenidas el pasado 2 de abril en Laredo, después de que descubrieron una armería al comprar un rifle semiautomático, el cual supuestamente estaba destinado a ser entregado al cártel del narcotráfico mexicano.
El encausamiento señala que Ponce, Flores y Tovar, operaban como un grupo del Cártel del Noroeste que oficialmente adquirían armas en Estados Unidos para después ser exportadas de manera ilegal a México en donde serían usadas en manos del crimen organizado.
La acusación formal del Departamento de Justicia indica que las tres personas encausadas en Laredo, por lo menos, compraron y transportaron 12 armas semiautomáticas para el Cártel del Noroeste durante un periodo de varios meses.
El arsenal adquirido por Ponce, Flores y Tovar incluye rifles y pistolas semiautomáticas, usadas por el Cártel del Noroeste para llevar a cabo delitos que van del trasiego de drogas, secuestros, extorsión, robo de autos, tráfico de personas y lavado de dinero.
El encausamiento federal indica que el Cártel del Noroeste opera y tiene su sede en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y presencia en otras ciudades de la República Mexicana, por lo que el uso y portación de armas semiautomáticas de sus miembros es elemento esencial para ellos.
Bajo la acusación de conspiración, Ponce, Flores y Tovar, enfrentarían una condena de 5 a 10 años de cárcel por el delito de tráfico ilegal de productos dentro de Estados Unidos.
Por la acusación de tráfico de armas y de ser declarados como culpables, enfrentarían una sentencia de otros 15 años en prisión adicionales más otros 25 años por la compra de armas por medio de un intermediario, y una multa de 250 mil dólares a cada uno de los acusados.