
MORELIA – Al municipio michoacano de Madero, que se encuentra en la parte este del estado, se puede llegar por un camino espeso de altos pinos de coníferas verdes y frondosos que brindan aire limpio y resina de alta calidad.
Ahí también y en las entrañas del bosque se asienta y opera desde hace por al menos 10 años una agresiva célula del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) que es dirigida por un capo identificado como el “Sierra 1”, “Juan Parra” o “el Apá”, pero que se encuentra plenamente identificado por su nombre de pila, que es Ángel Herrera.
Ambientalistas de Madero y la región cuentan con serias amenazas, presiones, persecución y muerte ordenadas por el “Sierra 1” y últimamente ha tirado una seria amenaza contra dichos defensores, sus familias y sus bienes. Las múltiples denuncias interpuestas en la Fiscalía de Delitos Ambientales y la Fiscalía General de Michoacán no lo detienen.
El último ataque ocurrió en la noche del 6 de noviembre último y en las primeras del día siguiente cuando fueron baleadas, primero, la casa de Javier Gómez y, luego, la vivienda de Guillermo Saucedo Gamiño; ambos, ambientalistas miembros del Comité Ecológico del Consejo Promotor de Área Natural Protegida del municipio de Madero.
Las agresiones fueron cometidas en la comunidad de El Sangarro por un comando de al menos 10 hombres que están bajo las órdenes de Sierra 1, denuncian testigos.
El primer atentado ocurrió alrededor de las 22:30 horas y fue protagonizado por dos jóvenes armados que iban a bordo de un coche Camaro, color gris oscuro, desde el cual balearon la camioneta y la casa de Javier Gómez, para luego fugarse con rumbo a la comunidad de Etúcuaro.
En su huida balearon sólo porqué sí una camioneta en la que viajaba una pareja, donde la mujer que iba a bordo murió y dejaron gravemente herido al conductor, su esposo, ambos vecinos de El Sangarro.
Después de las 23 horas vendría el segundo ataque a tiros, en esa ocasión desde dos camionetas igualmente identificadas con El Sierra 1 y el CJNG; en este hecho intentaron entrar al domicilio de Guillermo Saucedo, presuntamente para asesinarlo, pero no lo encontraron porque el ambientalista ya había huido hacia el cerro.
Durante toda la mañana del 6 de noviembre, aseguran testigos, en el pueblo corrió el rumor de que ese mismo día tanto Javier como Guillermo serían asesinados.
Tras las agresiones del CJNG integrantes de otro cártel que disputa el territorio se acercaron al lugar y en el crucero carretero que une a Etúcuaro con Madero, a unos 400 metros de la casa de Javier Gómez, y tuvieron un choqe de frente contra una camioneta que había quedado abandonada.
Cuando la policía municipal había llegado varias horas después descubrieron que en el interior del vehículo había granadas de mano, artefactos explosivos caseros, chalecos antibalas y equipo táctico militar para acampar.
Pero también había recibos de gasolina y otros documentos y facturas a nombre del municipio de Madero.
El tercer tiroteo de ese largo 7 de noviembre fue perpetrado a las 00:30 horas, los delincuentes dirigieron el fuego hacia las casas del pueblo buscando a Javier Gómez y a Guillermo Saucedo Gamiño; éste se había acercado a la casa de Javier, para saber si su compañero sobrevivió al ataque.
Entre esta confusión y el fuego, los defensores ambientales han logrado escapar hacia el monte y allá estuvieron hasta el amanecer del viernes 7 de noviembre.












