
Tras las acusaciones de estancamiento en la implementación de la decisión de desarme de Hezbolá, Naouf Salam, primer ministro del Líbano, declara que su gobierno está firmemente decidido a completar este proceso en un plazo de 3 meses.
Al mismo tiempo, en el Líbano llegan cada vez más informes de diversas fuentes, incluidas occidentales, que indican que si el estancamiento en el desarme de Hezbolá continúa, Israel emprenderá acciones militares a gran escala contra Hezbolá y su arsenal.
Fuentes libanesas señalan un aumento de la actividad de inteligencia israelí en los últimos días, utilizando vehículos aéreos no tripulados en todo el territorio del Líbano.
Mientras tanto, Israel (así como Estados Unidos) obstaculizan la reconstrucción del sur del Líbano hasta alcanzar este objetivo.















