
El Gobierno de Sudán del Sur ha confirmado este miércoles el arribo de ocho personas deportadas de Estados Unidos, entre estos el mexicano Jesús Muñoz Gutiérrez, que habían permanecido retenidos en una base militar estadounidense en Yibuti desde finales del mes de mayo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Sudán del Sur indicó a través de un comunicado que los deportados llegaron al Aeropuerto Internacional de Yuba el 5 de julio bajo los procedimientos estándar de repatriación facilitados por las autoridades estadounidenses.
De acuerdo al ministerio, las personas se encuentran sometidas a un proceso de selección y estan bajo la supervisión de las autoridades competentes en la capital del país africano, de conformidad con la legislación nacional y las normas internacionales.
De acuerdo con las autoridades estadounidenses, el mexicano Jesús Muñoz Gutiérrez fue condenado a cadena perpetua por asesinato en segundo grado en Florida. Agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) lo detuvieron el pasado 12 de mayo. Se le identifica como un miembro “sin ranking” en el liderazgo de la pandilla “Brown Pride”.
Al ser deportado junto con los otros siete migrantes, la portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, señaló: “Tras semanas de demoras por parte de jueces activistas que pusieron en peligro a nuestras fuerzas del orden, el ICE deportó a estos ocho delincuentes indocumentados tan atroces que ni siquiera sus propios países los aceptan”.
De los ocho deportados a Sudán del Sur, sólo uno es nacional del país. Los demás proceden de países com oCuba, México, Laos o Myanmar. Se encontraban en Yibuti bajo custodia tras la orden del juez Brian Murphy, que declaró ilegales las deportaciones de migrantes a terceros países si no se les notificaba con al menos 72 horas de antelación y sin la oportunidad de oponerse.
El alto tribunal levantó el bloqueo judicial en junio y hace unos días ratificó su decisión con siete votos a favor y dos en contra. Los ocho migrantes perdieron su último recurso de apelación.
Ante ello, el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense deportó el sábado a los ocho migrantes a Sudán del Sur en un vuelo especial.
El gobierno de Sudán del Sur señaló que la decisión de recibir a los deportados refleja el compromiso de ese país “con la cooperación internacional y la responsabilidad humanitaria”.
Las autoridades señalaron que la medida también se alinea con los vínculos históricos y políticos del país con los países de origen de algunos de los deportados.