
CIUDAD DE MÉXICO – A pesar que Itzel García Muñoz no ha sido separada de su hija, a como acontece con la mayoría de las madres víctimas de violencia vicaria, sí padeció la negativa de justicia de la Ciudad de México que dio a favor al padre de la menor de edad, a pesar del incumplimiento del convenio de las visitas.
Resulta que el denunciado ahora niega cumplir con una resolución de la justicia federal que lo obliga a garantizar el pago de la pensión alimenticia a favor de la menor.
Es el caso de Mariano Palacios Alcocer, expresidente del PRI y exgobernador de Querétaro, quien a su vez fue embajador de México en el Vaticano para el sexenio de Enrique Peña Nieto, de 2013 a 2016, cargo que tuvo que dejar alegando “razones estrictamente personales”, debido a que Itzel García lo denunció ante la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en México ante el incumplimiento de la pensión alimenticia de la hija de ambos.
García indica que Palacios Alcocer se niega a realizar el pago de la garantía con el argumento de que es una persona de la tercera edad que ya no trabaja, a pesar que su nombre –asegura– aparece como copropietario en dos empresas inmobiliarias.
Palacios y García sostuvieron una relación de 2008 a 2012; en ese momento él afirmó estar separado de su esposa y acababa de dejar el cargo de dirigente nacional del PRI.
La hija de los dos nace en 2011 y, a pesar que Mariano Palacios se hizo cargo de todos los gastos hospitalarios para su nacimiento en la Ciudad de México, la única vez que la vio fue cuando llega junto con Itzel a registrarla ante el Registro Civil.
Los meses siguientes el padre se ha alejado todavía más de su hija y de la madre, quien se enteró por amistades en común que el político priista sería designado embajador de México en el Vaticano, razón por la cual regresó con su esposa.
De cara al escenario de que el político se fuera al Vaticano, Itzel García le solicitó que firmaran un convenio para establecer una pensión alimenticia para la niña, la guarda y custodia y demás cuestiones relacionadas con la pequeña.
Al comienzo el también exsenador y exsecretario del Trabajo no quiso y amenazó a la mamá diciéndole que en la medida en que ella lo hostigara él se alejaría de la niña.
Sin embargo, ante la insistencia de ella y la posibilidad de que el asunto saliera a la luz pública impidiéndole ser embajador, en octubre de 2013 acudió a casa de Itzel a firmar el convenio. Esa fue la segunda vez que él vio a la niña.