
El fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, criticó este martes a las autoridades del estado de Jalisco, en donde fue encontrado un rancho en el que había crematorios clandestinos, restos humanos y cientos de zapatos y prendas de las víctimas y que presuntamente operaba el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“No es creíble que una situación de esta naturaleza no hubiera sido conocida por las autoridades de ese municipio y del estado”, dijo el funcionario durante la conferencia de la presidenta Claudia Sheinbaum, en la que el hallazgo del crematorio fue uno de los temas centrales debido al estupor que ha generado en la sociedad mexicana porque demuestra el grado de violencia, crueldad e inhumanidad con las que actúan los cárteles.
Entre los múltiples cuestionamientos hacia la actuación de las autoridades de Jalisco, se encuentra el hecho de que el rancho estaba asegurado desde septiembre pasado por las fuerzas de seguridad locales, pero el descubrimiento de los crematorios y las fosas comunes lo realizó un colectivo de familiares que buscan a sus seres queridos desaparecidos.
“Es un tema muy crítico y muy grave”, reconoció Gertz Manero al anunciar que la Fiscalía iniciará una investigación de lo ocurrido para determinar si atrae o no el caso, es decir, si se lo quita o no a las autoridades de Jalisco.
Investigación
“Los graves problemas de la delincuencia organizada no nacen de la nada. Nacen y crecen de problemas locales y de ahí es donde devienen estas situaciones tan críticas (…) vamos a establecer una investigación de todo lo que ocurrió ahí”, afirmó.
Por ejemplo, agregó, van a investigar los antecedentes del predio, quiénes lo custodiaban, los nombres de los propietarios y de quienes lo usaban.
“Creo que en un plazo muy razonable vamos a tener ya una información general, tenemos que llegar al fondo de este asunto (…) no podemos permitir que una situación de esta naturaleza quede en un tipo de confusión”, aseguró luego de ser cuestionado por otras masacres como las ocurridas en San Fernando (Tamaulipas), en donde, después de encontrar cientos de cuerpos, las autoridades perdieron los cadáveres, los identificaron de manera errónea o jamás pudieron dar explicaciones de qué había ocurrido.