Ucrania y la Federación Rusa están negociando para detener los ataques mutuos a las instalaciones energéticas, informa el Financial Times.
Según las fuentes periodísticas, en las últimas semanas, la Federación Rusa ha pedido no atacar sus refinerías a cambio de detener los ataques al sector energético de Ucrania.
Los dos países han disminuido la frecuencia de los ataques a la infraestructura energética de cada uno como parte de un acuerdo alcanzado por los servicios de inteligencia.
Sin embargo, es poco probable que Vladimir Putin acepte dejar de atacar el sector energético hasta (a menos que) las Fuerzas Armadas rusas puedan expulsar a las tropas ucranianas de la región de Kursk.
Por lo tanto, Ucrania a su vez planea por ahora seguir atacando los objetivos, incluidas refinerías de petróleo, para presionar a Rusia y persuadirla a negociar.