Ciudad de México – El sacerdote Marcelo Pérez Pérez, párroco de la Iglesia de Guadalupe en San Cristóbal de las Casas, ha sido asesinado este domingo tras salir de misa por sujetos que iban a bordo de una motocicleta.
El párrafo, quien era reconocido por su activismo en Simojovel, Pantelhó y San Cristóbal de las Casas, en los Altos de Chiapas, recibe al menos cuatro impactos de bala.
Rutilio Escandón, Gobernador de Chiapas, lamentó el asesinato y dijo que las autoridades colaborarán para que el crimen no quede impune.
“Condeno y lamento el cobarde asesinato del padre Marcelo Pérez, vamos a colaborar con todas las autoridades correspondientes para que su muerte no quede impune”, publicó en su cuenta de X.
Condeno y lamento el cobarde asesinato del padre Marcelo Pérez, vamos a colaborar con todas las autoridades correspondientes para que su muerte no quede impune y los culpables enfrenten la justicia.
— Rutilio Escandón (@RutilioEscandon) October 20, 2024
De acuerdo con el diario El Heraldo de Chiapas, el sacerdote iba en su vehículo luego de oficiar una misa en el templo del barrio de Cuxtitali y se dirigía al templo de Guadalupe cuando los desconocidos, que viajaban a bordo de una motocicleta, le dispararon.
Personal de la Fiscalía de Justicia del distrito Altos e indígena llega al lugar, mientras el personal de seguridad acordonó la zona.
El sacerdote Marcelo Pérez Pérez fue uno de los religiosos que el pasado 13 de septiembre encabezó la marcha por la paz en Tuxtla Gutiérrez, en la que católicos pedían seguridad en el estado.
El Cártel de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación, que mantienen una sangrienta batalla en muchos puntos de México, hace más de un año que luchan también en Chiapas, sobre todo en la zona fronteriza con Guatemala, para controlar las rutas del tráfico de migrantes, drogas y armas.
Además de los episodios violentos, como bloqueos de carreteras, ataques armados y amenazas con drones explosivos, las cifras oficiales muestran un incremento de la violencia homicida.
En el primer semestre de 2024, las víctimas de homicidio doloso (con un total de 491) crecieron un 107.17 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior, que registró 237 víctimas.