CULIACÁN – El gobierno estatal comenzó ayer en horas de la tarde un operativo para resguardar planteles educativos en el casco urbano de la capital y su zona rural, esto, para contrarrestar el ausentismo presentado por los hechos violentos que impactan a la entidad desde el 9 de septiembre.
El gobernador Rubén Rocha Moya ha dado el banderazo de este operativo que plantea hacer el resguardo de mil 300 planteles en todo Culiacán con 370 agentes y 125 vehículos entre patrullas y motocicletas, con personal de la Policía Estatal, Guardia Nacional y Policía Municipal y Tránsito.
“Que les quede muy claro a los padres de familia, a la sociedad, a todos que estamos implementando un elemento adicional a lo que ya viene ocurriendo de manera ordinaria desde que empezaron los enfrentamientos entre los grupos delincuenciales”, aseguró el gobernador.
El operativo ocurre después de fuertes críticas a Catalina Esparza, encargada del despacho de la Secretaria de Educación Pública y Cultura luego de que hiciera la publicación de un video en su Facebook en donde acusa de no acatar las órdenes de regresar a clases a maestros y personal de una escuela secundaria.
El ausentismo provocado de acuerdo a movimientos de maestros y administrativos se dio en gran medida en mutuo acuerdo con las madres de familia para evitar poner en riesgo a las y los niños, esto, a pesar de las amenazas y coacción de Catalina Esparza y la SEPyC.
Por su parte, el secretario de seguridad Gerardo Mérida Sánchez afirmó que el operativo dará comienzo desde las 5:00 horas con rondines que se mantendrán hasta que sea requerido.
Con respecto a los hechos violentos en Culiacán, el secretario informó que si bien este martes 17 no hubo reporte de enfrentamientos, pueden también presumir que gran parte de la violencia “está controlada”.
“Podemos decir que hasta cierto punto, cierra situación, gran parte está controlada”, dijo.
Dichas declaraciones vienen después de un fuerte enfrentamiento en El Atorón, comunidad de Eldorado al sur de Culiacán en donde no se tiene datos de bajas, pero sí quedaron daños materiales como siete vehículos calcinados, todos con huellas de balas.