CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El encuentro virtual entre los jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) dio al gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador la oportunidad de refrendar el respaldo regional y denunciar al gobierno ecuatoriano de Daniel Noboa por el allanamiento de la Embajada de México en Quito, que ocurrió el pasado 5 de abril.
En la junta, los presidentes de diversos países de Sudamérica –los que se reivindican de la izquierda política–, reafirmaron su condena contra el ataque al recinto diplomático, hecho por el gobierno ecuatoriano para capturar a Jorge Glas, quien fuera vicepresidente durante la presidencia de Rafael Correa, y acababa de recibir el asilo político de México.
El encuentro estuvo convocado por la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, a petición del gobierno mexicano, que buscaba el acompañamiento del organismo regional a la demanda presentada la semana pasada contra Ecuador ante la Corte Interamericana de Justicia (CIJ).
Además de López Obrador, estuvieron los mandatarios de Brasil, Colombia, Venezuela, Cuba, Bolivia, Honduras, Guatemala, Cuba, San Vicente y las Granadinas y Guyana; en cambio, estuvieron ausentes los jefes de Estado de Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, San Cristóbal y Nieves, Granada, Haití, Jamaica, República Dominicana, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía, Surinam, Trinidad y Tobago y Uruguay.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tildó de “inaceptable” el operativo policiaco, el cual, recalcó, no tiene precedentes ni en “los tiempos más sombríos de dictaduras”; tras exhortar al gobierno de Noboa a que pida disculpas de manera formal a México, insistió en la necesidad de que se entregue un salvoconducto a Glas para que pueda salir del país.
Su homólogo de Colombia, Gustavo Petro, equiparó el ataque a la sede diplomática de México con el bombardeo del consulado de Irán en Damasco, Siria, por parte del ejército de Israel, en el que murieron agentes de alto rango de las fuerzas de seguridad iraníes. El mandatario sostuvo que los gobiernos de Noboa y Benjamín Netanyahu se están “dando la mano en la competencia por la barbarie”.
Durante la sesión, la postura del gobierno de México recibió el respaldo de los jefes de Estado que respondieron a la convocatoria. Entre los apoyos más efusivos destacaron el de Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela, quien expresó a López Obrador la solidaridad “absoluta, total” de su pueblo, o de Miguel Díaz-Canel, mandatario de Cuba y aliado cercano del presidente mexicano.
La postura mexicana fue apoyada también por Luis Arce, de Bolivia, Bernardo Arévalo, recién electo en la presidencia de Guatemala, así como Ralph Gonsalves, presidente de San Vicente y las Granadinas, y Mohamed Irfaan Ali, de Guyana.