Un grupo de otros cinco sacerdotes de la Arquidiócesis de Managua han sido detenidos en las últimas horas por la Policía sandinista, con lo que van 15 los religiosos que han sido encarcelados en este país centroamericano, donde se incluyen a los dos obispos, denunció ayer sábado el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, y la abogada e investigadora exiliada Martha Patricia Molina.
Los sacerdotes nicas detenidos entre la noche del viernes y lo que va de ayer sábado son Silvio Fonseca, Mykel Monterrey, Raúl Zamora, Gerardo Rodríguez y Miguel Mántica, todos de la Arquidiócesis de Managua, de acuerdo a un reporte de Molina, autora del estudio ‘Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?’.
“La dictadura sandinista ha desatado esta semana una feroz cacería contra los sacerdotes llevando a la cárcel a varios de ellos, que vienen a añadirse a dos obispos que ya estaban presos”, dijo por su lado, Báez, a quien el papa Francisco girò la orden de dejar Nicaragua en 2019 por motivos de seguridad, en medio de tensiones entre el Gobierno del dictador Daniel Ortega y la Iglesia Católica.
Báez, reside en Miami y a quien las autoridades declararon “traidor a la patria” y despojaron de su nacionalidad, dijo a través de la red social X (antes Twitter) que “sigue la furia de la criminal dictadura de Ortega desatada contra la Iglesia”.
El jerarca exiliado ha rogado “a los obispos y a las conferencias episcopales del mundo que no nos abandonen en este momento, que oren por la Iglesia de Nicaragua y se solidaricen y alcen su voz denunciando esta persecución de la dictadura contra nuestra Iglesia”.
Ni el Gobierno ni la Policía Nacional han confirmado o negado la presunta detención de esos 14 religiosos, excepto la del obispo Rolando Álvarez, quien el 10 de febrero pasado fue condenado a 26 años y 4 meses de prisión, despojado de su nacionalidad, y suspendidos sus derechos ciudadanos de por vida por delitos considerados traición a la patria.