CIUDAD DE MÉXICO — El Instituto Nacional de Migración (INM) informó del desmantelamiento de un campamento en el que había más de 400 migrantes de distintas nacionalidades, ubicado en un barrio céntrico de Ciudad de México. Según las autoridades, los migrantes fueron trasladados a distintos estados, en donde se regularizaría su situación.
El campamento llevaba muchos meses instalado ahí y los migrantes vivían bajo carpas y lonas. El lugar estaba cerca de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado, la oficina que se encarga de gestionar las solicitudes de refugio y que el 29 de mayo cerró sus puertas sin dar explicaciones.
Muchos migrantes que estaban haciendo su trámite en dicha oficina optaban por quedarse en el campamento que estaba ubicado en una calle cercana. En 2023 también quedó casi vacío de migrantes pero luego volvieron a instalarse. Algunos vecinos se habían quejado porque el lugar no reunía las condiciones necesarias para que vivieran familias enteras con menores.
El desalojo se hizo con un fuerte despliegue de agentes migratorios y de Guardia Nacional, el miércoles en la noche, un día después de que el presidente estadounidense Joe Biden ordenara suspender la tramitación de asilo en su frontera sur cuando las detenciones por ingresos ilegales alcanzaran las 2.500 al día. Actualmente unas 4.000 personas cruzan diariamente de forma irregular a Estados Unidos desde México.
Según el comunicado oficial, agentes migratorios hablaron con cada una de las 432 personas migrantes y de ellas 82 aceptaron su traslado a “espacios migratorios” cercanos a la capital del país donde ofrecieron hacerles los trámites de regularización.
Otras 99 personas aceptaron recibir una visa como visitante por razones humanitarias, lo que permite a los extranjeros moverse libremente por el país pero las autoridades no especificaron a dónde fueron trasladados para recibir esos documentos.
El Programa de Asuntos Migratorios de la Universidad Iberoamericana, que mantiene un monitoreo constante de la situación migratoria, dijo que de la zona del campamento salieron 11 autobuses y expresó su temor por la falta de claridad en el destino al que se dirigían.
En otras ocasiones, los migrantes han sido trasladados al sur del país desde donde, más cansados y con menos dinero, vuelven a emprender la peligrosa ruta hacia el norte.
También se informó que nueve de los migrantes que estaban en el campamento fueron llevados a las oficinas del INM en la capital y siete, entre ellos tres menores, a un albergue. Los demás, según el comunicado, decidieron irse de la zona por su cuenta porque contaban con documentos migratorios en vigor.
Según el INM, los extranjeros pagaban una cuota de entre los 200 y 600 pesos (entre 11 y 33 dólares) a un dirigente territorial para tener un lugar en el campamento.
Según videos divulgados en redes sociales, en el desalojo estuvo presente el jefe de la agencia migratoria, Francisco Garduño, que enfrenta un proceso judicial en libertad por el incendio del centro de detención de Ciudad Juárez de marzo de 2023 donde murieron 40 migrantes.
El flujo de migrantes desde Centroamérica a Estados Unidos no ha dejado de crecer; en 2023 batió todo tipo de récords. Según datos oficiales, en México las autoridades localizaron el año pasado a más de 780.000 extranjeros en situación irregular, frente a menos de medio millón localizados en 2022.
En 2023, poco más de 50.000 fueron devueltos a sus países de origen, lo que parece apuntar a que el grueso se quedó en México o intentó cruzar a Estados Unidos, que a finales del año pasado también registró números no vistos de llegadas diarias a la frontera
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados mostró su preocupación por el cierre en mayo de las oficinas de la COMAR porque afectaba a cientos de personas que requieren protección y que necesitan que México tenga un espacio de atención “segura y digna”.
Estas oficinas también registraron un récord en 2023 de 141.000 peticiones de refugio en México.