
GUADALAJARA, Jal. (apro).- El homicidio del nefrólogo y experto en trasplantes de riñón, Librado de la Torre Campos, ha conmovido al sector de la salud, al gremio médico en Jalisco y a los pacientes del trasplantólogo.
El médico resultó ser asesinado a tiros al descender de su camioneta en el estacionamiento del comercio Vinos América. Había llegado allí para hacer una compra.
El establecimiento se encuentra en la avenida López Mateos Sur, en la colonia Miguel de la Madrid, cerca del fraccionamiento Bugambilias. El médico recibió tres impactos de arma de fuego. La víctima estaba acompañada de su esposa, quien presenció el ataque y resultó ilesa.
Horas después, la esposa de Librado, Marisol Mata Hurtado, dio la terrible noticia:
“Pido de su oración por mi esposo a todas esas personas que él ayudó a tener otra oportunidad de vida. Sé del amor que tenían por él. Con todo el dolor de mi corazón, les informo que él trascendió a un lugar mejor. Ustedes y mi familia son el legado que él ha dejado en esta vida”, expresó.
Más de 500 transplantes renales exitosos
El trasplantólogo era el director del Centro Médico de Enfermedades del Riñón (CEMER), que fundó en 2012. En conjunto con el equipo de la Unidad de Trasplante de Alta Especialidad (UNITAE) Jalisco, realizaron más de 500 trasplantes renales exitosos y fueron reconocidos como el equipo médico quirúrgico de la medicina privada que más trasplantes de riñón exitosos ha realizado en México.
Colaboró en el Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde y el Centro Médico Puerta de Hierro, donde logró más de 10 años de experiencia. Egresó de la Universidad de Guadalajara (UdeG) por excelencia académica, con posgrados en Medicina Interna y Nefrología.
Este domingo se realizó la misa de cuerpo presente en el mausoleo de un parque funeral ubicado en la colonia Ciudad Granja, en Zapopan, Jalisco, “para honrar la vida” del médico y ofrecerle un “último adiós”. También este día se llevó a cabo una manifestación en la que se reprobó el crimen.
Los asistentes a la ceremonia religiosa vistieron de color blanco “como símbolo de luz y amor, para honrar su vida y brindarle un último adiós lleno de paz y esperanza”. El sacerdote que encabezó la misa de despedida reprobó el homicidio.
“A Librado le quitaron la vida, pero no la eternidad, porque él sigue vivo, porque él ahora está con el Padre, ahora goza de Dios, él ya llegó a la meta. Desde luego que Dios no está de acuerdo con lo que pasó, con lo que sucedió. Dios no quiere la violencia; para Dios no hay nada que justifique el arrebatarle la vida a un ser humano, nada, absolutamente; entonces no podemos decir que esto era la voluntad de Dios porque Dios no quiere esto. Sin embargo, Dios como padre ya lo tiene en su casa, ya vive con él, ya está con él”, expresó el sacerdote que ofició la misa.
Incluso el religioso compartió que una persona cercana a él recibió apoyo del médico.
“También me consta que ayudó a muchas personas, aquellas que no podían solventar los gastos. Los costos él lo hacía desinteresadamente, y esto lo digo porque a alguien muy cercano a mí lo ayudó. A alguien muy cercano a mí le puso todo para solucionar su problema, y así como lo hizo con él, estoy plenamente seguro y convencido de que lo hizo con mucha gente”, expresó el sacerdote.
Al médico le sobreviven además de su esposa, tres hijas, su madre y un hermano.