Según informa la agencia Reuters, varias refinerías de petróleo rusas, incluidas Tuapse, Ilsky y Novoshakhtinsky, han decidido detener o reducir la producción debido al aumento de los precios del petróleo, los ataques con drones ucranianos y las sanciones occidentales.
Se observa que las plantas con tecnologías obsoletas perdieron hasta 10.000 rublos por tonelada de petróleo. Además, las altas tasas de interés del 21% hicieron que los préstamos fueran inasequibles, complicando la situación para las refinerías de petróleo.