MIAMI – Ron DeSantis quiere que los señalados como traficantes de drogas en la frontera entre Estados Unidos y México esten muertos tras recibir tiros. Nikki Haley a su vez prometió enviar fuerzas especiales estadounidenses a dicho país latinoamericano. Mientras Vivek Ramaswamy ha acusado al presidente mexicano de dar un trato a los cárteles de la droga como si fuera su “sugar daddy” y dice que, si es elegido presidente, “habrá un nuevo daddy (papá) presente”.
Donald Trump —el favorito para obtener la nominación republicana de 2024, y en mucho tiempo la persona que ha dado forma a la retórica de su partido sobre la frontera— ha señalado frecuentemente a México de los problemas en el interior de los Estados Unidos, y promete nuevos usos para la fuerza militar y acciones encubiertas si vuelve a la Casa Blanca.
Además muchos de los aspirantes a la candidatura presidencial republicana aseguran que llevarían a cabo posibles acciones bélicas contra México como respuesta al tráfico de fentanilo y otros opioides sintéticos. Más de 75 mil personas en Estados Unidos perdieron la vida el año pasado debido a la sobredosis de opioides sintéticos, una cifra anual más de 20 veces mayor que hace una década, de acuerdo a las fuentes.
El antagonismo de los candidatos dirigido a México es recibido con beneplácito por algunas familias que han perdido a seres queridos debido al fentanilo, y que dicen que Washington no ha hecho lo suficiente para tomar en cuenta la peor crisis de drogas en la historia de los Estados Unidos. Sin embargo los analistas y expertos apartidistas alertan que la fuerza militar no es la respuesta, sino que más bien alimenta el racismo y la xenofobia que socavan las labores para poner una barrera al tráfico de drogas.
“Hay politiquería de este lado. Y del lado mexicano de la frontera, tienes a un presidente que se hace de la vista gorda ante lo que está sucediendo en México, y que ha destruido por completo la colaboración bilateral con Estados Unidos”, dijo Arturo Sarukhán, embajador de México en Washington de 2007 a 2013. “Esa es una mezcla muy combustible”, aseguró.
En una declaración del domingo, la Casa Blanca dijo que el gobierno impuso sanciones selectivas —incluso la semana pasada—, y señaló a los republicanos en el Congreso por bloquear una solicitud de 800 millones de dólares adicionales para hacer frente al tráfico de fentanilo, que incluye dinero para las policías.
México no ha hecho el abordaje a su problema de producción y tráfico de fentanilo. El presidente Andrés Manuel López Obrador niega repetidamente que su país produzca el opioide sintético, pese a la enorme evidencia de lo contrario.
Los agentes fronterizos incautaron casi 13 toneladas de fentanilo en la frontera entre Estados Unidos y México de septiembre de 2022 a agosto pasado, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).
En el segundo debate de las primarias republicanas a finales del mes pasado, los candidatos reiteraron que utilizarían fuerzas militares para perseguir a las bandas de narcotraficantes en México.
“Como comandante en jefe, voy a utilizar a las fuerzas armadas estadounidenses para perseguir a los cárteles de la droga mexicanos”, dijo DeSantis, el gobernador de Florida. Ha prometido que las personas sospechosas de contrabandear drogas a través de la frontera sur terminarán “muertos como piedras”. Eso deja entrever la posibilidad de que a los agentes fronterizos se les autorice ejecutar disparos en contra de las personas en cuanto las vean antes de cualquier investigación sobre si esas personas son portadoras de drogas.