Por Débora Lewinson
Un americano, un francés y un israelí viajan en un avión sobre el Pacífico.
De pronto fallan los motores y el avión aterriza de emergencia en una isla.
Son rápidamente apresados por una tribu de caníbales.
El jefe de la tribu les dice que les van a conceder un último deseo, sea lo que sea.
El norteamericano pide un Big Mack, con papitas y coca cola.
El jefe manda a su gente y le traen la comida,…come y lo mandan a la olla de agua caliente, donde grita desesperado.
El francés pide un vino francés, con soufflés a la parissienne
Se lo traen, come y lo mandan a otra olla de agua caliente donde él también grita desesperado.
El israelí dice: yo quiero que me patees lo más fuerte que puedas.
El jefe indio lo mira sin entender y le pregunta: ¿estás seguro?
SI, contesta el israelí, patéame lo más fuerte que puedas.
El jefe caníbal toma carrera y le pega un enorme patadón, en ese momento, el israelí da tres vueltas en el aire, cae al suelo rodilla a tierra, saca una pistola UZI automática, mata a todos los indios y le ensarta una bala entre los ojos al jefe de la tribu.
El francés y el americano salen de la olla y lo increpan enojadísimos:
por qué si tenías un arma esperaste hasta último momento y no les disparaste desde un principio antes de que nos hagan algo a nosotros?
Y el israelí les dice: ¡ni loco!
¿Qué?…………………………
¿Arriesgarme a que la ONU, la comunidad Europea y los “intelectuales” del mundo me acusen de “sobreactuar” y atacar sin provocación?.
Fuente: Diariojudio.mx